Muchísimas modas y tendencias en cuanto a la alimentación han existido ya durante siglos. Y con el aumento de la preocupación por la contaminación y el impacto humano en el Medio ambiente, muchos se preguntan si ser vegano o vegetariano realmente ayuda a nuestro planeta.
Por eso, hoy te mostramos en qué ayuda ser vegetariano, y en qué perjudica también.
¿Qué es el veganismo?
Para comenzar, distinguir qué es el veganismo y qué es el vegetarianismo resulta esencial.
Pues bien, el veganismo es la práctica de abstenerse del consumo y utilización de productos y servicios de origen animal. Su filosofía se basa en la premisa de que la captura o cría industrializada de animales, es perjudicial e insostebible. Un vegano evitará consumir cualquier tipo de carne y productos de origen animal: huevos, leche, miel, seda, etc.
Por otra parte, el vegetarianismo es un régimen alimentario que elimina el consumo de cualquier tipo de carne, pero que admite la inclusión de productos de origen animal como la leche, el queso, los huevos, la miel, etc.
Los humanos somos omnívoros por evolución, así que adoptar alguno de estos regímenes alimentarios representa un cambio radical en nuestro estilo de vida y organismo. Pero, ¿qué sucede con esta elección y su impacto medioambiental?
¿Ser vegano o vegetariano realmente contribuye a proteger el Medio Ambiente?
Para poner en perspectiva cualquier razonamiento, debemos primero hablar de los beneficios que supuestamente tendría para el Medio Ambiente, una dieta restringida al consumo de productos de origen vegetal:
- Ahorro en el consumo de combustibles: tanto para el transporte como para el mantenimiento de la carne.
- Protección de bosques: ya que se evitaría la deforestación en pos de alimentar y almacenar animales para el consumo humano.
- Reducción de gases de efecto invernadero: gracias a la disminución de la necesidad de refrigerar carnes. Este proceso genera el 37% de las emisiones de metano que la actividad humana produce.
- Disminución del consumo de agua: debido a que la ganadería requiere mucha más agua que la agricultura.
Se estima que cada año, 53 mil millones de animales, especialmente gallinas, pollos, cerdos, reces, conejos y muchos otros, son sacrificados para satisfacer la demanda humana. Una persona que reduce su dieta al consumo de frutas y verduras, salva en un año entre 370 y 580 animales.
Ahora bien, limitar la alimentación a una dieta vegana o vegetariana no sólo presenta perjuicios para la salud como ciertos déficits de vitaminas y minerales, sino que además deja su huella ecológica. Entre las desventajas del veganismo en el Medio Ambiente podemos citar:
- El aumento de emisiones de gases efecto invernadero, debido al transporte de las frutas y verduras que no crecen en ciertos hábitats, o que se comercializan para satisfacer demandas “fuera de estación”.
- La continuidad de la contaminación de los suelos, debido al cultivo forzado de frutas y hortalizas empleando productos como herbicidas, plaguicidas, etc.
Lo ideal entonces, si nos preocupa la contaminación y la crueldad animal, no es ser vegetariano o vegano, sino hacer el mejor uso de todos los recursos disponibles.
Si hablamos de una solución realmente sostenible tanto para nuestra salud como la del planeta, podríamos entonces:
- Reducir el consumo de carnes y pescados, sin eliminarlos por completo.
- Consumir productos locales y de temporada, evitando aquellos de otras zonas del planeta.
Así, ser vegano o vegetariano resulta una opción, pero no la solución para ayudar al Medio Ambiente.
Luis Manteiga Pousa dice
Máximo respeto para los veganos, sobre todo si es por mótivos éticos. Pero sinceramente, creo que una sociedad predominantemente vegana generaría muchos problemas económicos y ecológicos, imposibles de cuantificar.., incluyendo la desaparición de especies.
Ignacio Romeo dice
Muchas gracias por tu comentario Luis!!! Creo que tienes toda la razón, sería insostenible.