Protegerse contra el resfriado puede ser bastante sencillo, siempre y cuando sigas las recomendaciones de los expertos. Acciones tan sencillas como abrigarse o vacunarse, algo imprescindible si queremos librarnos de una enfermedad, pueden librarnos de malos ratos y crueles padecimientos. En el siguiente texto te diremos cómo puedes puedes protegerte para no sufrir de resfriado.
Vacunarse
Vacunarse contra la influenza es una buena medida de prevención, bastante eficaz para evitar las complicaciones; sobre todo, si se trata de los grupos de mayor riesgo, como niños (entre 6 meses a 2 años) y ancianos. Además, se deben vacunar todas personas con enfermedades crónicas y aquellos que así lo desean.
Abrigarse
Los enfriamientos favorecen las infecciones virales y la aparición de síntomas relacionados, por lo que lo ideal es tomar resguardos a la hora de vestirse si vas a exponerte al frío. Las zonas de mayor pérdida de calor son la cabeza, el cuello, el tronco y las plantas de los pies. Intenta mantenerlas abrigadas.
Es ideal usar varias capas de ropa para ir retirándolas durante el día, y así evitar la transpiración. Además, si hay lluvia es importante que la ropa permanezca seca, especialmente las que tienen contacto directo con la piel. Si se humedecen o se mojan, hay que cambiarlas lo antes posible, para evitar perder calor y enfriarse.
Limpieza y ventilación
Una de las vías por la cual se disemina el resfrío es el aire. Por lo tanto, en esta época es muy importante mantener limpios los ambientes, existan o no personas enfermas cerca. Lo ideal es ventilar los espacios, dejando entrar luz solar y rociando con aerosol desinfectante cuando se pueda.
Según estimaciones, un 80% de los gérmenes de la gripe están instalados en el hogar, por lo que se recomienda un programa de higiene personal que incluya desinfectar (idealmente con cloro) diversas áreas y artefactos comunes en la casa, como picaportes, controles remotos, puertas de refrigeradores, baños, entre otros.
Contacto directo
No obstante, otras de las vías más comunes de transmisión de resfríos y gripes es el contacto directo, como saludar con la mano a alguien que se ha sonado previamente la nariz o que ha tosido. Por lo mismo, evite el contacto cercano con personas con tos y secreciones nasales.
En la misma línea, al toser cúbrase con las mangas o puños y no con las manos.
Lavado de manos: en relación con lo anterior, si tuvo contacto con alguien resfriado, o usted mismo lo está, lo ideal es lavarse las manos cuando pueda y portar siempre alcohol gel.
Sobre las toallas y pañuelos, idealmente desechables: no comparta efectos de uso personal, como toallas, pañuelos u otros objetos que puedan facilitar el contagio. Además, si usted está enfermo, prefiera elementos de higiene desechables.
Alimentación calórica y con vitamina C
Consumir probióticos es una buena forma de cuidarnos y prevenir los contagios, ya que aumentan nuestras defensas generando que nuestro organismo sea más fuerte frente a los virus. Lo recomendable, también, es fortalecer nuestras defensas con dosis altas de vitaminas, particularmente Vitamina C, ingiriendo frutas que la contengan, jugos naturales, o bien, suplementos. La miel -o sus derivados, como la jalea real- puede ayudar a proteger, y aliviar dolores de garganta en fase inicial y la irritación.
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